Meandre

Méandre (Francia, 2020)

Director: Mathieu Turi

Reparto: Gaia Weiss, Peter Franzen, Romane Libert

‘Después de subir al coche de un desconocido, Lisa se despierta dentro de un cubículo oscuro con un brazalete luminoso y una cuenta atrás en la muñeca. No sabe que hace allí, ni por qué, pero pronto descubrirá y pondrá al límite su cuerpo y su mente para sobrevivir a esa trampa.’

Lisa (Gaia Weiss) está tumbada en medio de la carretera, triste y perdida. Un coche se para y le ofrece acercarla, dudosa finalmente acepta pero un rato después todo se vuelve confuso y despierta dentro de un cubículo oscuro. Viste un mono extraño y es su muñeca un brazalete luminoso que le va avisando de una cuenta atrás que ella no sabe para qué es. Aparece una abertura en su cubículo y empieza su camino, un camino lleno de estrechos y claustrofóbicos túneles llenos de trampas que pondrán al límite su resistencia física y mental mientras intenta sobrevivir y escapar de lo que sea eso.

Meandre es para mí una de las grandes sorpresas de la 53.ª edición del Festival de Sitges, una película que desde casi el primer momento te genera sensaciones, desasosiego, tristeza, miedo, angustia, etcétera, y que no para minuto atrás minuto de hacerte sentir algo y es que eso en los tiempos que corren es difícil y encima a esta película, que casi todos comparan con otras como Cube, The descent, Buried,…, le supone un esfuerzo extra sobresalir y deshacerse de esos símiles, que a mi parecer pueden estar ahí en esencia pero no en base. Meandre es otra cosa que te puede sonar, pero que no has visto, porque al final la mezcla y el trasfondo son personales y diferentes.

Centrándome en el reparto, Gaia Weiss lleva estupendamente el peso de la película ,destacando su actuación como algo muy positivo, vives y sientes lo que ella y no echas en falta a más relleno de casting, no conozco su carrera pero estoy deseando ver qué es lo siguiente y lo anterior. Mathieu Turi nos deleita no solo dirigiéndola, sino también guionizándola, ha conseguido crear una cinta con un ritmo fantástico lleno de cañerías y una atmósfera angustiosa que nos hace sentir ansiedad y claustrofobia. Con un gran manejo de la cámara y el espacio me ha ganado a cada paso del transcurso de la película y con un final que puede que no guste a todos, pero aquí es tan importante el camino como el objetivo y sus connotaciones religiosas. Espero que tenga mucho éxito, triunfe en muchos más festivales y que podamos ver pronto que es lo siguiente que nos ofrece. Espero que tengáis ocasión de poder verla y la disfrutéis tanto como nosotras, larga vida al cine! Nos leemos pronto!!!

4,5 Flanes sobre 5

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